Las semillas de chía provienen de la Salvia hispánica, una planta herbácea de la familia de la menta, originaria de México, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. Aunque es un alimento que ya se consumía en época precolombina, ha sido recientemente cuando ha adquirido relevancia por sus muchas propiedades y, poco a poco, se está introduciendo en nuestra dieta habitual.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota, te vamos a explicar algunos de los beneficios de las semillas de chía y cómo podemos introducirlas en nuestra alimentación.

 

Propiedades y beneficios de la chía

Las semillas de chía son una importante fuente de ácidos grasos omega 3 y omega 6, tienen un alto contenido en fibra, tanto soluble como insoluble, albergan gran cantidad de antioxidantes, calcio, manganeso y triptófano. Además, son fuente de proteína vegetal, siendo un alimento de gran valor en dietas vegetarianas o veganas.

 

Regulación del tránsito intestinal

Las semillas de chía contienen mucílagos, una fibra soluble que, en contacto con líquido, provoca que multipliquen en diez su tamaño, presionando las paredes intestinales y aliviando el estreñimiento. Los mucílagos también crean una gelatina que lubrica el tubo gastrointestinal, facilitando la expulsión de las heces.

 

Poder saciante

Su gran contenido en fibra y alta capacidad de absorción de líquidos facilita que las semillas de chía produzcan una sensación de saciedad que ayuda a que lleguemos a la siguiente comida sin la necesidad de picar entre horas. Asimismo, su alto contenido en fibra retrasa la absorción de glucosa, reduciendo el pico hipoglucémico producido después de comer.

 

Control del colesterol

Al ser fuente de ácidos grasos omega 3, las semillas de chía nos ayudan a bajar el LDL (conocido como colesterol de baja densidad o malo) en sangre y a subir el HDL (colesterol de alta densidad o bueno). Además, el omega 3 también tiene propiedades antiinflamatorias, protege al organismo de enfermedades cardiovasculares, mejora la memoria y ayuda a disminuir los triglicéridos.

 

Ayuda contra el envejecimiento

Al ser un alimento con alta capacidad antioxidante y fuente de isoflavonas, las semillas de chía ayudan a prevenir el envejecimiento. Según este estudio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, el consumo habitual de chía detiene el 70% de la actividad de los radicales libres de nuestro organismo.

 

Beneficioso para huesos y articulaciones

Las propiedades antiinflamatorias de las grasas omega 3 también benefician el estado de nuestras articulaciones, desinflamándolas y aliviando posibles dolores.

Por su parte, el calcio nos ayuda a mantener los huesos fuertes y a combatir la osteoporosis. Una ración de chía contiene el 18% de la cantidad de calcio recomendada.

 

Cómo consumir chía

Las semillas de chía tienen un sabor suave y agradable, parecido a las nueces, lo que las hace aptas tanto para recetas dulces, como saladas. Se pueden consumir crudas o cocinadas, en seco, remojadas o molidas, siendo un alimento muy versátil en la cocina.

 

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda un consumo de uno 15 gramos de chía diarios para mejorar nuestra dieta y alcanzar la proporción adecuada de omega 3 y omega 6.

Si queremos introducir este alimento en nuestros platos, podemos incorporarlo en batidos, purés, ensaladas, repostería y puddings; o tomarlo junto con agua, zumo de fruta o yogur. Al desprender esa capa gelatinosa cuando entra en contacto con líquidos, son un buen sustituto del huevo en repostería para personas intolerantes o veganas.

 

Aquí encontrarás una receta de pudding de yogur y chía con macedonia de frutas para que te animes a probar este alimento.