Para lograr tener una buena salud física y emocional saber relajarse es muy importante. Las prisas del día a día, los problemas y las pequeñas dificultades pueden disparar nuestros niveles de estrés. Si conseguimos permanecer en un estado de tranquilidad y relajación tendremos mejor humor, seremos más ágiles y creativos con nuestras ideas, mantendremos mejores relaciones y gozaremos de mejor calidad de vida.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota, compartimos contigo algunos consejos para que aprendas a relajarte y algunas técnicas para que las puedas incluir en tus hábitos saludables.

Consejos para aprender a relajarnos

Ser conscientes de lo que nos preocupa

Cuando nos sintamos tensionados o estresados es básico que identifiquemos los pensamientos que nos han llevado a este estado y analicemos si realmente son tan importantes. A veces, con la prisa del día, la suma de pequeños obstáculos hacen que magnifiquemos algún problema o situación.

Parar y tomar conciencia de esos pensamientos desde la objetividad nos ayudará a valorar si son tan graves como los hemos percibido.

Respirar

Tomar conciencia de nuestra respiración nos ayudará a relajarnos rápidamente. Para ello debemos mantener una buena postura, sentados con la espalda erguida y sin cruzar las piernas, o estirados cómodamente y sin que el cuerpo tenga ninguna presión. Una vez colocados debemos centrar toda nuestra atención en la inhalación y la exhalación, tratando de pausarla poco a poco. 

Con la respiración profunda reducimos tensión y liberamos estrés debido al aumento de la carga de oxígeno a nuestro cerebro. Para evitar recurrir a los pensamientos que nos han alterado podemos centrarnos en la sensación del aire recorriendo nuestro sistema respiratorio.

Centrarnos en alguna actividad

Otra técnica que podemos utilizar para relajarnos es realizar una actividad creativa, deportiva, o alguno de nuestros hobbies que sea placentero y requiera de nuestra atención. Salir a correr, cocinar aplicando el mindfulness, hacer manualidades, leer o jugar con nuestros hijos o mascotas nos ayudará a olvidarnos de las cosas que nos preocupan por un momento. Además, este tiempo de desconexión permitirá que, cuando nuestra atención regrese, tengamos una perspectiva diferente de la situación.

Escuchar música relajante

Escuchar nuestra música favorita es una buena forma de combatir el estrés. Numerosos estudios han demostrado los efectos beneficiosos de la música en personas, animales y plantas. Además de fortalecer la memoria y el aprendizaje activando distintas partes de nuestro cerebro, también regula el nivel de hormonas relacionadas con el estrés.

Según la American Academy of Pediatrics, “la música tranquilizante puede combinarse con terapia cognitiva para reducir la ansiedad incluso más eficientemente que la terapia convencional por sí sola”.

Acercarnos a la naturaleza

Los “baños de bosque” es una práctica de origen japonés que consiste en sumergirse en la naturaleza, en silencio, y con los 5 sentidos atentos. Estar en contacto con la naturaleza nos ayuda a reducir la ansiedad, a mitigar el estrés y combate el insomnio. 

Según este estudio elaborado por José Antonio Corraliza y Silvia Collado, de la Universidad Autónoma de Madrid, la naturaleza ayuda a los niños a afrontar situaciones de estrés.   

Mindfulness

El mindfulness es un hábito saludable y beneficioso que nos ayuda a relajarnos y evitar el estrés diario. Para practicarlo debemos fijar nuestra atención en el momento presente, sin juzgar, y con una actitud abierta y relajada hacia aquello que se contempla.

En nuestro blog encontrarás algunas técnicas de mindfulness que puedes incorporar a tus hábitos saludables y lograr un bienestar personal.