El cotton cheesecake, o pastel de queso japonés, es un tipo de bizcocho creado en Japón en el año 1947. La principal diferencia con el pastel de queso que conocemos es su textura ligera, suave y esponjosa, mucho más parecida a un soufflé. Esta delicada consistencia recuerda a un algodón, de ahí que en Inglaterra lo hayan bautizado con este nombre.

Hoy compartimos esta receta de la mano de Santa Rita Harinas para que te animes a probar este delicioso cotton cheesecake que ya ha conquistado a medio mundo.

Ingredientes

Para elaborar esta cotton cheesecake utilizaremos un molde que sea de una pieza. Al hornearse al baño maría, si utilizamos un molde desmontable podría entrar agua y juntarse con la masa.

Elaboración

En un bol al baño maría, mezclar el queso cremoso, la mantequilla y la nata líquida hasta conseguir una crema suave y homogénea. Retirar y reservar hasta que se enfríe.

Separar las claras y las yemas de los seis huevos.

En un bol grande batir las claras con el cremor tártaro hasta que empiecen a espumar. En este momento, y sin dejar de batir, incorporar el azúcar hasta conseguir un merengue semi montado. Reservar.

Cuando la crema de queso ya esté a temperatura ambiente, añadir ambas harinas, las yemas de los huevos, el jugo de limón y la sal. Mezclar hasta que quede todo integrado.

Posteriormente, incorporar el merengue en tres veces y con mucha suavidad para no perder el volumen de la mezcla.

Verter la masa en un molde previamente forrado con papel para horno. 

Colocar el molde en una bandeja cubierta con agua caliente e introducir en la zona media del horno durante 1 hora y 15 minutos a 160ºC.

Pasado el tiempo, apagar el horno y abrir ligeramente la puerta hasta que la tarta de queso se haya enfriado por completo (entre 1 hora y media y 2 horas).

Desmoldar la tarta y guardar en el frigorífico un mínimo de 3-4 horas.

Antes de servir, espolvorear con azúcar glass y decorar con los frutos del bosque.