El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una campaña que nació el año 1991 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de la Diabetes (FEC) para concienciar a la población sobre el control y la prevención de esta enfermedad.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota, te explicamos los diferentes tipos de diabetes y qué medidas podemos adoptar para su posible prevención.

Tipos de diabetes

Diabetes tipo 1

Denominada anteriormente como diabetes insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia, este tipo de diabetes es causada por una reacción autoinmunitaria que destruye las células responsables de la producción de insulina del páncreas. Parecido a la celiaquía y a otras enfermedades autoinmunes, en la diabetes del tipo 1 el cuerpo ataca a sus propias células como si fueran extrañas.

Actualmente, entre el 5% y el 10% de las personas que padecen diabetes tienen el tipo 1. Lo más habitual es un diagnóstico a edades tempranas, pero debemos apuntar que puede aparecer en la edad adulta de forma súbita. Algunos síntomas que produce son, por ejemplo, la secreción excesiva de orina (poliuria) y sed (polidipsia), hambre constante, pérdida de peso, cansancio y trastornos visuales. 

La causa de este tipo de diabetes todavía no se ha podido determinar y, en la actualidad, se carece de información suficiente para prevenirla. 

El tratamiento consiste en la recepción diaria de insulina para poder sobrevivir.

Diabetes tipo 2

También conocida como diabetes no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta, en el tipo 2 el organismo no utiliza de forma eficiente la insulina que produce. Esto provoca que la persona no pueda mantener el azúcar en sangre a niveles normales.

Entre el 90% y el 95% de las personas con diabetes sufre este tipo. Si bien existen excepciones, suele aparecer en la edad adulta y las causas principales son la obesidad y la falta de actividad física.

Los síntomas son parecidos a los ocasionados por la diabetes tipo 1, pero normalmente con menor intensidad, pasando desapercibidos en muchos casos y provocando diagnósticos tardíos. Para evitarlo, se recomienda que las personas en riesgo se realicen análisis de niveles de azúcar en sangre de manera regular.

A diferencia de la anterior, este tipo de diabetes se puede prevenir o retrasar con cambios en nuestro estilo de vida, adoptando unos hábitos saludables que nos ayuden a bajar de peso, mantener una alimentación sana y practicar actividad física de manera regular. 

Diabetes gestacional

Durante el embarazo, los niveles de insulina de la madre aumentan para incrementar las reservas de energía. Cuando esto no ocurre se puede originar una diabetes gestacional, que consiste en una glucemia superior a la normal, aunque de un nivel menor a los límites considerados como diabetes.

Si bien este tipo de diabetes suele desaparecer tras el parto, durante la gestación aumenta el riesgo de complicaciones en el embarazo. Asimismo, madre e hijo podrían tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro.

Este tipo de diabetes no manifiesta síntomas y se diagnostica mediante pruebas prenatales.

Prediabetes

Existen casos en los que los niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, sin llegar a los niveles necesarios para diagnosticar algún tipo de diabetes.

La prediabetes puede derivar en una diabetes del tipo 2 y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y derrame cerebral.

Prevención y tratamiento

Si padecemos prediabetes o somos personas de riesgo, unos hábitos saludables y un estilo de vida activo pueden ayudarnos a prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2, entre otras enfermedades, y poder disfrutar de un mejor estado de salud.

Para tal fin, la OMS comparte algunas recomendaciones:

Mantener un peso corporal saludable

El control de peso es un factor importante para prevenir la diabetes tipo 2 dado que el mayor factor de riesgo es la obesidad.

Realizar actividad física de intensidad moderada un mínimo de 30 minutos 

La práctica de ejercicio contribuye al control de peso y ayuda a bajar los niveles de azúcar en sangre. Si bien la OMS aconseja practicar ejercicio unas 5 veces a la semana, establece que en determinados casos de control de peso puede ser posible que la intensidad y duración se deba aumentar.

No consumir tabaco

Fumar puede aumentar el riesgo de sufrir diabetes porque contribuye a la resistencia de la insulina. Asimismo, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Alimentación saludable

Si bien la dieta recomendada para personas con diabetes o riesgo de padecerla no difiere de la que debería seguir la población en general -una dieta equilibrada compuesta por alimentos nutritivos y saludables- se puede priorizar el consumo de aquellos alimentos que ayuden a prevenir las complicaciones implícitas en la diabetes, como las enfermedades del corazón, los riñones o la vista. Aquí encontrarás algunos alimentos recomendados para personas con diabetes.