El FOMO (fear of missing out) es un tipo de ansiedad relacionada con las redes sociales que provoca un sentimiento de exclusión social y de pérdida de información por no estar constantemente conectado. Este síndrome, que afecta principalmente a los jóvenes y, cada vez más, a personas adultas, se deriva en un uso constante de dispositivos tecnológicos y una necesidad de participar de manera activa en la conversación digital.
Si bien esta dependencia afecta a un pequeño porcentaje de la población, el confinamiento causado por la pandemia del COVID-19 provocó un gran cambio global en la manera de relacionarnos, acelerando de manera exponencial el uso de la tecnología y los dispositivos móviles.
Durante meses, las clases, las reuniones y los encuentros sociales migraron hacia plataformas online, modificando nuestros hábitos digitales. Según este estudio, la pandemia ha supuesto la plena integración del mundo digital a nuestro día a día, con un aumento del 77% del tiempo de conexión de la población total (y un 90% en los jóvenes), pasando conectados 6 horas al día a internet y 3 horas en el móvil.
Hoy, en Sentirse Bien Se Nota, te damos algunos consejos para poder hacer uso de la tecnología de una manera saludable.
Adaptar la tecnología a uno mismo
Según la psicoterapeuta y consultora de salud mental Zoë Aston, forzar el uso de la tecnología a unos estándares socialmente establecidos es contraproducente, pudiendo llegar a dañar nuestra autoestima si no funcionan para nosotros.
En este sentido, Aston aconseja tomar consciencia de nuestro estado para averiguar cuál es el término medio que funciona para nosotros en vez de marcarnos lo que dicen los estudios. Algunas preguntas que nos pueden ayudar a ello son cuál es nuestro nivel de energía después del uso de dispositivos o conexión a internet durante cierto tiempo, cómo de conectados nos sentimos con las personas importantes o cuál es nuestro nivel de relajación.
Establecer límites digitales
Actualmente, son muchos los dispositivos móviles que nos permiten conocer el tiempo que dedicamos a cada aplicación, cuántos minutos pasamos mirando la pantalla, cuántas veces desbloqueamos el teléfono móvil e información similar respecto a su uso.
Conocer nuestros hábitos digitales es el primer paso para darnos cuenta de los posibles excesos y dónde radican.
Algunas acciones que podemos llevar a cabo para limitar nuestro consumo digital son:
- Utilizar el temporizador de aplicaciones para aquellas que su consumo consideremos excesivo
- Controlar las notificaciones y desactivar las que nos interrumpen y no sean importantes
- Activar el modo “No molestar” cuando estemos realizando tareas importantes, esto beneficiará nuestra concentración
Cuidar la higiene del sueño
La luz azul que desprenden las pantallas de los dispositivos móviles estimula nuestro cerebro, afectando nuestro descanso. Existen aplicaciones y funcionalidades nocturnas que alteran la temperatura del color, desprendiendo una luz más cálida, que facilita la transición de la pantalla a la cama.
Incluso así, para cuidar nuestra higiene del sueño, lo más recomendable es apagar las pantallas unas horas antes de ir a dormir y dejar los dispositivos fuera del dormitorio durante la noche. Eso nos ayudará a evitar que el móvil sea lo primero que miremos al despertar.
Móviles y menores
Los menores no tienen capacidad de autocontrol, ni perciben el tiempo de manera racional, por lo que es responsabilidad de los adultos gestionar y controlar el uso de los dispositivos electrónicos. En este sentido, es fundamental tener presente que, como padres y madres, somos un modelo a seguir y el uso que hagamos nosotros de la tecnología será ejemplo para ellos y que la supervisión de un adulto es altamente recomendable. Asimismo, debe primar una finalidad educativa que estimule un comportamiento positivo, evitando que los dispositivos móviles sean una vía de escape para buscar que el niño se entretenga.
En cualquier caso, los gadgets digitales no deben sustituir el tiempo de calidad al aire libre, la práctica deportiva o momentos en familia con actividades lúdicas. Aquí encontrarás algunas ideas para pasar buenos momentos en familia sin móviles.
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