El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, cuyo objetivo es que las personas tomen conciencia de la necesidad de conservar los recursos naturales del planeta y lograr la eficiencia energética. Algo más necesario, aun si cabe, en el actual contexto energético.

La sequía, las altas temperaturas y las lluvias cada vez más abundantes son solo algunos ejemplos que hacen evidente la necesidad de utilizar los recursos energéticos de una forma menos agresiva para el medio ambiente.

Si bien corresponde a los gobiernos y a las grandes empresas adoptar medidas para paliar los efectos derivados del cambio climático y la futura escasez de recursos, como particulares podemos incorporar pequeñas acciones en nuestros hábitos de consumo para la preservación del medio ambiente y en beneficio de nuestra economía doméstica.

Pequeñas acciones con gran impacto para el medio ambiente

Electrodomésticos

Los electrodomésticos en mal estado aumentan su gasto energético. Con revisiones periódicas y un buen mantenimiento -limpiar el filtro del aire acondicionado o el congelador- puedes ahorrar energía y alargar la vida útil del aparato.

Asimismo, cada vez encontramos más variedad de electrodomésticos avanzados con un consumo de energía eficiente, generando menos impacto para el medio ambiente y reduciendo la factura de la luz. Siempre que puedas, elige aquellos con etiqueta energética A + + +.

Evitar el consumo silencioso de nuestros aparatos puede suponer hasta un 10% de ahorro en la factura. Para ello, desenchufa todos aquellos dispositivos electrónicos que se mantengan en la posición “stand by”, así como los cargadores que no estén realizando ninguna función.

Utilizar de manera óptima algunos electrodomésticos, como el lavavajillas o la lavadora, es fundamental para minimizar nuestro impacto medioambiental, reduciendo también el importe de la factura. Para ello, realiza cargas completas y elige programas cortos y económicos.

Temperatura

Este es otro factor a tener en cuenta para lograr un ahorro energético en el hogar. 

La temperatura recomendada se sitúa entre los 19 y los 21º en invierno y entre los 24 y 26º en verano. Cada grado fuera de ese baremo supone un aumento en el consumo. 

Si la vivienda cuenta con un buen aislamiento térmico será más fácil mantener la temperatura en torno a los grados recomendados y el gasto energético será menor.

Además de puertas y ventanas aislantes, las persianas son otro elemento que facilita la regulación térmica, reduciendo la entrada de calor en verano y aislando del frío en invierno.

La instalación de un termostato que regule el encendido de la calefacción por zonas y franjas horarias, junto con las revisiones periódicas de la caldera son otras acciones que reducirán tu factura.

Cubrir los radiadores o colocar muebles muy cerca de ellos dificulta que el calor se expanda por la estancia. Asimismo, para su correcto funcionamiento deben estar limpios y purgados de aire cada nueva temporada.

Por último, ventilar correctamente las estancias, utilizar las prendas de ropa óptimas para la estación y elegir las zonas templadas para trabajar o realizar distintas actividades aportarán confort.

Iluminación

Una pequeña acción, como intercambiar una bombilla normal por otra de bajo consumo o led, puede suponer un 80% de ahorro energético. Asimismo, supondrá un ahorro a largo plazo instalar sensores de automatización del alumbrado para no olvidarse de dejar las luces encendidas.

Otra recomendación es pintar las paredes de blanco y utilizar colores claros para la decoración, así como jugar con espejos, ya que esto permitirá aprovechar la luz exterior que entre por la ventana, expandiéndola por toda la habitación.

Optimizar tareas y recursos 

Evita abrir y cerrar constantemente la puerta del frigorífico. En caso contrario, el electrodoméstico necesita un extra de energía para recuperar su temperatura interna.

Por su parte, para alcanzar temperaturas altas, las planchas necesitan una gran cantidad de energía. Lo más recomendable es planchar pocas veces y en tandas más largas.

¿Conoces otras formas de reducir el consumo energético del hogar? ¡Compártelas en los comentarios!