La temporada navideña es una época de alegría y felicidad, de compartir momentos con nuestros seres queridos y de organizar celebraciones alrededor de una mesa. Pero en ocasiones, los cambios en la rutina, las altas expectativas para que todas las celebraciones salgan a la perfección, un exceso de gastos, o cuadrar agendas para reunirse con familia y amigos pueden hacer que los niveles de estrés sean más elevados de lo habitual.
Para que puedas disfrutar de estas celebraciones con ilusión, hoy compartimos algunos consejos que te ayudarán a gestionar posibles situaciones de estrés durante las fiestas navideñas.
Cómo evitar el estrés navideño
Organízate bien
Durante las semanas previas a las fiestas navideñas nuestra agenda se llena de eventos, celebraciones y gestiones a realizar como comprar regalos, preparar menús, cenas de trabajo… Además, en muchas ocasiones, las vacaciones escolares no coinciden con las nuestras.
Para evitar el estrés que puede generar estas gestiones extras, organizarse es primordial. Con una buena planificación, te ahorrarás acumular tareas para el último momento y evitarás posibles colas y aglomeraciones en las tiendas. ¡Optimiza tu tiempo!
Las celebraciones navideñas son cosa de todos. ¡Comparte las tareas y responsabilidades con tu familia!
Gestiona las expectativas
La Navidad es una de las épocas más esperadas del año y tendemos a idealizarla, imaginando que será perfecta. Gran parte de nuestro estrés está relacionado con las altas expectativas que nos hacemos sobre cómo deberían ser estos días. Y cada cosa que no sucede como desearíamos nos genera frustración.
Durante estas fechas, es importante darse cuenta de lo que es realmente importante, qué cosas dependen de nosotros y podemos solucionar, y qué otras no podemos controlar.
Debemos ser realistas y tomar consciencia de que ningún evento funciona a la perfección. Ser resilientes nos permitirá adaptarnos a las circunstancias y a los imprevistos sin dejar de disfrutar de la magia de la Navidad.
Establece un presupuesto
Los problemas económicos suelen ser uno de los principales desencadenantes del estrés. Y es que las fiestas navideñas van muy unidas al consumismo. Sin un buen control de gastos, esta es una de las temporadas en las que más estrés se puede sufrir.
Para evitarlo, lo más recomendable es establecer un presupuesto que contemple todos los gastos familiares habituales. Una vez controlado dicho importe, tendremos presente qué cantidad podemos invertir en regalos, comida y celebraciones.
El sentido común es fundamental, si no queremos sobrepasar el presupuesto establecido para las compras navideñas. Además, evitar tentaciones y consumir con cabeza es un muy buen ejemplo para que los pequeños de la casa empiecen a desarrollar su inteligencia financiera.
Relaciones respetuosas
No todos los planes de Navidad nos gustan de la misma forma. Seguramente habrá celebraciones y obligaciones familiares con personas con las que no tenemos una relación fluida. Si quieres evitar el estrés, intenta mantener un clima cordial, optando por hablar de temas distendidos y amables, y evita las discusiones.
Ser respetuoso y empático también favorecerá un buen ambiente con aquellas personas a quien estos días les provocan sentimientos de tristeza y soledad.
Cuídate
No seas autoexigente y dedícate momentos para disfrutar.
Un paseo diario y leer son excelentes antídotos para el estrés.
El ejercicio regular te ayudará a mantenerte en tu rutina. Además, es la mejor manera de liberar endorfinas, unas hormonas que reducen el estrés y ayudan a conciliar el sueño.
Una buena alimentación es primordial para estar bien. Cuida lo que comes y recuerda que el estrés aumenta el apetito y los antojos dulces.
Duerme las horas necesarias y recuerda que la risa es una estupenda herramienta para liberar estrés. ¡Diviértete!
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