El ritmo frenético de nuestra sociedad actual hace que las prácticas de autocuidado sean cada vez más importantes. Con todas las demandas laborales, familiares y sociales que llenan nuestros días, encontrar tiempo para uno mismo puede resultar complicado, pero sin duda es una necesidad esencial para mantener nuestro bienestar y equilibrio.

En el marco del Día Internacional del Autocuidado que se celebra cada 24 de julio, en Sentirse Bien Se Nota te damos algunos consejos para que puedas integrarlo de manera efectiva en tu rutina diaria.

 

¿Qué es el autocuidado?

El autocuidado es mucho más que tomarse un descanso esporádico. Se trata de una serie de prácticas regulares que nos ayudan a cuidar nuestra salud de manera integral. Desde actividades relajantes, hasta prácticas de ejercicio y hábitos nutricionales, el autocuidado nos permite atender nuestras necesidades más profundas.

 

Beneficios del autocuidado

Reduce el estrés

Las prácticas de autocuidado son claves para manejar el estrés de forma efectiva. El yoga, la meditación, los paseos por la naturaleza y algunos hobbies -como la lectura, la pintura o la cerámica- son herramientas muy poderosas para calmar la mente y reducir la ansiedad.

Mejora la salud física

Uno de los pilares del autocuidado son las prácticas para cuidar nuestro cuerpo físico. Realizar actividad física de manera habitual y regular, llevar a cabo una buena higiene del sueño y alimentarse de manera saludable tienen un gran impacto en nuestra salud física.

Fortalece la salud mental

Las actividades que nos proporcionan autocuidados fomentan la autoestima y la resiliencia emocional. El tiempo que nos dediquemos a nosotros mismos con pasatiempos creativos mejorará nuestra salud emocional. Asimismo, es muy recomendable buscar apoyo emocional de nuestro entorno cuando lo necesitemos.

Mejora las relaciones personales

Cuando estamos bien con nosotros mismos, nuestras relaciones mejoran. El equilibrio emocional que nos aporta el autocuidado se traduce en relaciones más sanas y satisfactorias con nuestro entorno.

 

Prácticas de autocuidado

Alimentación consciente

Opta por alimentos nutritivos que te proporcionen energía y bienestar. Presta atención al momento de comer, saboreando cada bocado, y a cómo te sientes después de cada comida. Es clave establecer una buena relación con la alimentación.

Ejercicio regular

La mejor manera de incorporar la práctica de ejercicio regular en tu rutina es elegir actividades que disfrutes y te hagan sentir bien: yoga, natación, running, pilates, incluso hacer caminatas son excelentes opciones para liberar endorfinas y reducir el estrés. Incorporar este hábito en tu vida mejorará tu estado de ánimo.

Sueño reparador

Dormir bien es fundamental para nuestro bienestar. Aplicar una buena higiene del sueño te permitirá disfrutar de un descanso de calidad y un sueño reparador. Aquí encontrarás algunos consejos que te ayudarán a dormir mejor.

Desconexión digital

Establecer unos límites al uso de dispositivos electrónicos es fundamental para nuestro bienestar físico y emocional. Incorpora en tu rutina actividades que te permitan desconectar y recargar pilas: leer un libro, practicar algún hobby, conectar con la naturaleza, etc. Aquí tienes algunos hábitos digitales saludables.

Dedícate tiempo

Reserva un poco de tiempo cada día para dedicarlo a alguna actividad que disfrutes. Aunque solo sean 30 minutos, dedicarse tiempo a uno mismo es muy recomendable para recargar energías y mantener un equilibrio saludable con el resto de los ámbitos de nuestra vida.

Establece límites

Una parte fundamental del autocuidado es aprender a decir “no”. Ya sea en el trabajo o en la vida personal, establecer límites saludables te ayudará a no llegar al agotamiento y a evitar el estrés. Aprende a comunicar tus necesidades de forma asertiva.

Cuidar las relaciones personales

Somos seres sociales y necesitamos conectar con los demás para sentirnos bien. Estar en contacto con nuestros seres queridos, mediante llamadas y momentos compartidos, nos aporta un bienestar emocional y fortalece los lazos afectivos.

Practica la gratitud

Dedicar unos minutos cada día a reflexionar sobre las cosas de las que estamos agradecidos fomenta una actitud positiva y nos ayuda a apreciar los pequeños momentos de la vida. La gratitud nos aporta muchos beneficios. ¡Anímate a llevar un diario de gratitud!