La vuelta al cole es una oportunidad perfecta para revisar y mejorar nuestras rutinas diarias, no solo para adaptarnos a los nuevos horarios, sino también para incorporar prácticas que promuevan el bienestar físico, mental y emocional de toda la familia.

Hoy, en Sentirse Bien Se Nota te explicamos algunos hábitos simples y efectivos que puedes adoptar para mejorar la salud y el bienestar de todos los miembros de tu hogar.

 

La importancia de un sueño reparador

Uno de los pilares fundamentales para la salud y el rendimiento es disfrutar de un sueño de calidad. Con la vuelta a la rutina, establecer unos horarios regulares para acostarse y levantarse recobra una gran importancia. La falta de sueño no solo afecta a la concentración y al rendimiento escolar, sino que también está vinculada a problemas de salud, como el debilitamiento del sistema inmunológico, el estrés o el aumento de peso.

Algunas acciones que puedes llevar a cabo para fomentar una rutina del sueño saludable en la familia son establecer un horario fijo para ir a la cama y despertarse -intenta mantenerlo también los fines de semana-, evitar el uso de dispositivos electrónicos como mínimo una hora antes de acostarse e implementar rutinas relajantes, como la práctica de meditación o unos momentos de lectura.

 

Alimentación equilibrada

Una alimentación equilibrada no solo juega un papel crucial en el bienestar general, sino que también influye directamente en la capacidad de los menores para aprender y concentrarse. Durante las vacaciones es habitual flexibilizar la alimentación, pero a la vuelta es importante retomar una dieta equilibrada y nutritiva. El desayuno es una de las comidas más importantes ya que debe proporcionar la energía necesaria para empezar con fuerza el día y mantener unos niveles estables de azúcar en sangre. Para ello, es recomendable que contenga todos los macronutrientes.

Involucrar a los pequeños de casa en la planificación y preparación de los menús semanales es una excelente manera para que aprendan la importancia de la alimentación para su salud, además de aumentar su predisposición a comer lo que ellos mismos han preparado.

 

Actividad física como parte de su rutina diaria

Durante el verano, es común que los menores estén llenos de energía y realicen más actividades al aire libre. Y, aunque la vuelta al cole y la llegada de los días más cortos pueden disminuir esta actividad, es fundamental encontrar formas de mantener esta actividad física como parte de su rutina diaria.

La Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 60 minutos de actividad física diaria -de moderada a vigorosa- para los niños y las niñas. Practicar algún deporte, jugar en el parque, montar en bicicleta o bailar son unos buenos ejemplos de actividades a realizar. Pero no solo los más pequeños deben hacer ejercicio diariamente; los adultos también es recomendable que practiquemos algún tipo de actividad física diaria para cuidar nuestra salud.

Establecer algunos días a la semana de actividades físicas conjuntas puede ser una buena solución para comprometerse en la práctica deportiva, a la vez que permite fortalecer los lazos familiares.

 

Gestión del tiempo y reducción del estrés

El estrés es una reacción fisiológica que sufren tanto adultos como menores, por lo que es importante aprender a gestionarlo para poder disfrutar de un entorno familiar saludable. 

Después de unas semanas de desconexión, la vuelta a la rutina y a los horarios establecidos puede ser un desencadenante de situaciones estresantes. La planificación y la gestión del tiempo son herramientas fundamentales para reducir cualquier tensión que se pueda producir durante esta transición. Aprovecha el inicio de curso para crear un calendario familiar donde se registren todas las actividades y compromisos de cada miembro de la familia. Esta planificación anticipada reducirá momentos de caos y estrés.

Asimismo, es importante que los menores aprendan desde pequeños algunas técnicas y herramientas para la gestión del estrés, como la respiración profunda, mindfulness, meditación, etc.

 

Fomentar el bienestar emocional

El bienestar emocional es un pilar esencial de la salud integral, y adquiere una relevancia especial durante períodos de transición, como el inicio de un nuevo año escolar. Fomentar una comunicación abierta y sincera es clave para apoyar el bienestar emocional de los más pequeños. Es fundamental que padres y madres establezcan un ambiente de confianza donde los niños se sientan seguros y cómodos para expresar sus inquietudes, preocupaciones y emociones sin temor a ser juzgados.

Implementar rutinas diarias que incluyan momentos de conexión emocional, como compartir la cena o dedicar tiempo para conversar sobre el día, permitirá fortalecer los lazos familiares. Estos momentos no solo consolidan las relaciones, sino que también crean un espacio seguro donde todos los miembros de la familia pueden expresar libremente sus emociones.