Si estás pensando en reducir el consumo de carne y productos derivados pero no quieres renunciar del todo a ellos, ¡ésta es tu dieta! La dieta flexitariana es una variedad del vegetarianismo en la cual se come carne de forma puntual. Si la aplicas de la forma correcta, podrás obtener grandes beneficios para tu salud. La idea principal es comer más cereales, legumbres, verduras y frutas sin renunciar a comer carne, pescado y lácteos de forma esporádica. Eso sí, los productos de origen animal mejor consumirlos si son ecológicos o pescados de forma sostenible. Y, ¿con qué objetivo? Pues el principal motivo es cuidarse y sentirse más saludable a través de la alimentación.
Beneficios de una dieta flexitariana
- Si sigues una dieta flexitariana de forma planificada, te aseguras estar recibiendo todos los nutrientes y vitaminas que tu cuerpo necesita. No tendrás que tomar suplementos vitamínicos, como la vitamina B12 solo presente de forma natural en la carne.
- Podrás ir a cualquier restaurante y escoger entre la diversidad de su carta. ¿Te apetece una ensalada César de primero? Pues bien, no tendrás que apartar el queso y el pollo. ¡Un día es un día!
- Tú decides, siéntete libre de elegir que comes sin remordimientos. Eres consciente de que abusar de productos de origen animal no es sano y lo pones en práctica de forma relajada.
- Ayuda a bajar tu peso de forma natural. Al reducir la materia grasa de origen animal y aumentar el consumo de frutas y verduras, lo primero que notarás será una bajada de peso de forma gradual.
- Es más saludable para ti y para el medio ambiente. ¿Sabías que el transporte no es la principal fuente de contaminación? ¡Es la ganadería! Así que reduciendo el consumo de carne, ayudas a contaminar menos el planeta.
Y ahora que ya conoces los principales beneficios de seguir una dieta flexitariana, ¿te animas a probarla? Aquí te dejamos algunas recetas de El arrocetario para que puedas empezar a ponerla en práctica:
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