Un tercio de la población mundial no tiene acceso a agua potable y, según datos de la ONU, se estima que en el año 2050 unas 5.700 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua al menos un mes al año.
La degradación ambiental, el cambio climático y la rápida urbanización son algunos de los factores que suponen un desafío para la seguridad hídrica.
Aunque los datos no son positivos, el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos considera que los objetivos marcados todavía son alcanzables, siempre que exista una voluntad colectiva.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua el próximo 22 de marzo, hoy compartimos algunos consejos para que los menores aprendan la importancia de aplicar un consumo responsable de este bien tan preciado.
Cerrar el grifo cuando el agua no sea imprescindible
Un minuto con el grifo abierto supone un gasto aproximado de 12 litros de agua.
Para que los niños y niñas sean conscientes de la importancia de cerrarlo cuando estén enjabonándose las manos, podemos recoger toda el agua que se gasta durante ese tiempo y rellenar algún recipiente que les permita cuantificar la cantidad malgastada cada vez que no lo cierran. ¡Recuerda aprovechar el agua del experimento!
Es importante que se den cuenta que en el momento de cepillarse los dientes o al ducharse ocurre lo mismo para que cierren el grifo cuando el agua no sea necesaria.
Utilizar un vaso para enjuagarse la boca después del cepillado es otra forma de consumir agua de manera responsable.
Para conseguir que aprendan estos hábitos, es clave que los demás miembros de la familia prediquen con el ejemplo. Para ello, recuerda siempre cerrar el grifo al cepillarte los dientes, lavarte las manos o al enjabonar los platos.
Duchas mejor que baños
Cuando son bebés solo se pueden bañar y, a medida que van creciendo, los baños pueden llegar a ser un momento divertido y relajante que los prepara para el final de la jornada. Pero, el consumo de agua en los baños es muy superior al de las duchas. Cuando por edad ya sea posible, opta por las duchas, que además son mucho más rápidas y fáciles.
Si incluso así se prefiere el baño, es recomendable utilizar reductores de bañera -unos separadores que permiten reducir el consumo de agua- o, si es el caso, bañar a los hermanos a la vez.
Usar bien el inodoro
Normalmente, las cisternas tienen la posibilidad de media descarga o descarga entera. Utilizar la media descarga siempre que sea posible puede suponer un ahorro de unos 10 litros de agua.
Asimismo, los menores deben aprender que el inodoro no es lugar donde tirar la basura. Las toallitas, los discos y los bastoncillos arrojados en él causan un gran impacto medioambiental, además de suponer un consumo extra de agua al tirar la cadena.
Reutilizar el agua
Hasta que no sale caliente, el grifo puede dejar ir muchos litros de agua que se quedan sin utilizar. Una buena solución es recogerlos en un recipiente y aprovecharlos para otras acciones cotidianas.
Por ejemplo, este agua puede servir para lavar la fruta y las verduras, y después se puede utilizar otra vez para regar las plantas.
Utilizar la carga entera de los electrodomésticos
Con el paso de los años, los niños y niñas van adquiriendo responsabilidades domésticas. Cuando les llegue el momento, es importante que tengan en cuenta la importancia de llenar completamente la lavadora y el lavavajillas para aprovechar al máximo el agua.
Existen algunos electrodomésticos con programas económicos o de media carga para cuando rellenarlos del todo no sea posible.
¿Qué otras acciones crees que pueden ayudar a niños y niñas a consumir agua de una forma más responsable?
¡Apúntalo en los comentarios!
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