La pasta es uno de los alimentos más emblemáticos de la gastronomía mundial. Su versatilidad y facilidad de preparación la han convertido en un plato básico en muchos hogares. En el marco del Día Mundial de la Pasta, que se celebra cada 25 de octubre, te explicamos su historia y sus propiedades nutritivas.

Orígenes de la pasta 

Aunque este alimento está asociado principalmente con Italia, sus orígenes han sido objeto de debate. Algunas teorías apuntan a que, en el siglo XIII, el explorador Marco Polo trajo la pasta de China a Europa. Sin embargo, existen registros históricos de alimentos similares a la pasta en la antigua Grecia y Roma. En concreto, el poeta romano Horacio ya mencionaba en sus escritos la “lagana”, un tipo de pasta muy similar a la lasaña.

En la Edad Media, los comerciantes árabes introdujeron la pasta seca a Sicilia. Este alimento era perfecto para realizar largos viajes por el mar porque se podía almacenar durante períodos prolongados sin estropearse. A partir de ahí, la pasta se fue popularizando en Italia, especialmente en Nápoles y Génova, donde se comenzaron a desarrollar métodos más eficientes para secarla.

Su popularidad a nivel mundial llegó en el siglo XIX con la industrialización y la masiva migración de italianos hacia América del Norte.

 

Composición y propiedades nutricionales de la pasta

Carbohidratos complejos como fuente de energía

La pasta es una fuente de carbohidratos complejos. Unos 100 gramos de pasta cocida equivalen aproximadamente a 28 gramos de carbohidratos. A diferencia de los carbohidratos simples, los complejos se descomponen lentamente en el cuerpo, proporcionando una liberación sostenida de energía. 

Fibra dietética

Según el tipo de pasta que elijamos, la cantidad de fibra variará. La blanca puede contener entre 1 y 2 gramos de fibra por cada 100 gramos de pasta cocida; mientras que la integral puede llegar a unos 7 gramos.

El consumo habitual de fibra tiene muchos beneficios para la salud: previene el estreñimiento, promueve la salud digestiva, puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer -como el de colon-. Además, su efecto saciante ayuda a controlar el apetito y el peso corporal.

Proteínas vegetales

Aunque la pasta no es conocida por ser fuente de proteína, su consumo aporta aproximadamente entre 5 y 7 gramos de proteína por cada 100 de pasta cocida. 

Combinarla con alimentos ricos en proteínas -como el queso, los huevos o la carne- no solo mejorará el perfil nutricional, sino que creará un plato más completo y equilibrado, con todos los aminoácidos esenciales para el cuerpo.

Vitaminas y minerales

La pasta contiene pequeñas cantidades de micronutrientes, como vitaminas y minerales esenciales, especialmente en su versión integral.

Entre ellos, destacan las vitaminas del grupo B -esenciales para el metabolismo energético y la función celular-, el magnesio y el zinc -importantes para el metabolismo y la función inmunológica-.

 

Beneficios para la salud

Ayuda a mantener un peso saludable

Siguiendo una dieta equilibrada, la combinación de carbohidratos complejos y fibra ayuda a mantener la saciedad, evitando comer en exceso. El impacto que el consumo de pasta tendrá en nuestra dieta dependerá del tipo de pasta que elijamos, la cantidad consumida y los ingredientes añadidos a la receta.

Favorece el rendimiento físico

La pasta es una fuente esencial de energía para las personas que practican una actividad física intensa. Esto la ha convertido en el alimento básico de atletas y deportistas, especialmente antes de competiciones o entrenamientos largos. Su consumo garantiza un rendimiento óptimo durante más tiempo.

Beneficia la salud cardiovascular

Junto con la fibra, los carbohidratos complejos permiten contar con niveles saludables de colesterol. Además, su bajo contenido en grasas saturadas es beneficioso para mantener el corazón saludable.